jueves, 8 de octubre de 2009

San Marino como juez en Europa

Irlanda del Norte espera ayuda

El próximo miércoles, San Marino jugará su último partido de la eliminatoria mundialista. La selección recibirá a Eslovenia en Serravalle para cerrar una participación que ha sido de las menos brillantes de la historia. Sin embargo, como en otras ocasiones su resultado puede influir en el destino de otros países.

Al menos dos veces anteriores, el cuadro de la República ha tenido que ver en la clasificación o no de un equipo al Mundial. En 1993, Holanda e Inglaterra peleaban palmo a palmo por el último boleto que a Estados Unidos 94 entregaba el grupo 2 de UEFA. San Marino tenía que recibir a los ingleses y Polonia a los holandeses. El cuadro británico tenía que vencer por siete goles de diferencia y esperar que los naranja perdieran. Ese partido fue el del legendario tanto de Davide Gualtieri. Inglaterra no hizo la diferencia de siete, pero no importó porque Holanda ganó y se aseguró el puesto.

En 2005, de nuevo la Nazionale tuvo que ver en el destino de un clasificado al Mundial. Serbia y Montenegro peleaba con España por el cupo directo en el grupo 7 de UEFA. Y Bosnia Herzegovina tenía un chance de meterse al menos en el repechaje, el consuelo para el segundo de la llave. España dependía de ganarle a San Marino por cuatro goles de diferencia y que Bosnia empatase o ganase en su visita a Serbia. Lo de Bosnia pasaba por una victoria histórica de los del Monte Titano. Los ibéricos golearon, pero el triunfo serbio los envió al repechaje y clasificó a estos a Alemania 2006.

El grupo 3 de la actual clasificación europea para Sudáfrica 2010 ha sido de los más parejos hasta ahora. Sin embargo, Eslovaquia está a un paso de ganarlo y entrar en el Mundial. Con un empate el sábado ante Eslovenia estará adentro, sin importar mucho qué pase en el República Checa-Polonia de ese mismo día. Si gana Eslovenia, todo quedará para el último día y allí dependerá de ganarle a San Marino y que Eslovaquia vuelva a perder para que los de Ljubljana sean los clasificados directos. Si no, pasan los eslovacos.

Así mismo, pase lo que pase el sábado, el miércoles estará en juego el pase al repechaje, que le corresponde al segundo de la llave. Ahí entra a jugar San Marino, ya eliminado del Mundial y con un solo gol a favor, en su duelo con los eslovenos. República Checa, Irlanda del Norte y hasta Polonia -si suma con los checos- suspirarán porque los de celeste sumen al menos un empate. Si gana Eslovenia, dependerá de que no lo haga República Checa para tener el puesto en la repesca.

En Belfast, apelan al historial reciente de derrotas cortas de la selección para creer que puede puntuar y sumado a su triunfo en República Checa se puedan meter. En Praga esperan ganar sus dos partidos y que los eslovenos no sumen de a tres en estas dos semanas para entrar. En Varsovia están obligados a ganar los dos partidos y a esperar ayuda desde Serravalle y un empate entre checos e irlandeses.

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